Si eres lo que comes, entonces ¿qué pasa con las ranas de hojarasca?

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Las ranas de hojarasca son uno de los muchos organismos cuyo hábitat es un sustrato compuesto por desechos vegetales y acumulación de material orgánico vivo en diferentes etapas de descomposición. Pero, viviendo en medio de tantos nutrientes, ¿cuál será el alimento favorito de estos animales?

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Camino con hojarasca en el bosque nublado

Cuando nos adentramos en bosques tropicales o subtropicales es común encontrar un universo de con diversos tipos de animales, invertebrados y pequeños vertebrados viviendo entre hojas caídas y detritos (restos de cualquier material). Esta porción del suelo se conoce como hojarasca y es el escenario de las más variadas interacciones entre especies, en particular, es donde muchas especies de ranas terrestres buscan su alimento.

Las especies de ranas que viven en este medio se conocen como ranas de hojarasca y presentan la mayor parte de su ciclo de vida en el medio terrestre. Las ranas de hojarasca tienen diferentes formas, tamaños, comportamientos y colores. Sobre esto, podemos preguntarnos si esta enorme variación podría presentar algún patrón general. Por ejemplo, ¿está relacionado con los hábitos alimenticios de estas especies?

En este sentido sabemos que muchas especies de ranas que son llamativas y venenosas tienen su toxicidad proveniente de su comida, que es una intrigante estrategia contra la depredación conocida como aposematismo.

En los últimos 40 años pensamos que la variación alimentaria en los anuros hojarasca tenía un patrón general en el que tendríamos un continuo entre especies especializadas en comer hormigas y ácaros, pasando por especies con hábitos alimentarios variados como las generalistas, hasta llegar finalmente a especies que evitan comer hormigas y ácaros. Además, este patrón estaría relacionado con la estrategia de búsqueda de alimento, mecanismos de defensa y morfología. Es decir, las especies especializadas en hormigas tenderían a tener la boca estrecha, a ser venenosas y buscar activamente su alimento, mientras que las especies que evitan comer hormigas y ácaros serían especies camufladas, con bocas anchas y tenderían a esperar la aparición de sus presas. Las especies generalistas, por otro lado, tenderían a tener características intermedias entre estos dos grupos. En este sentido, también se creía que, a medida que las especies fueran más grandes, la proporción de hormigas y ácaros en su dieta sería cada vez menor.

Rana Rhinella alata

Desde la propuesta del patrón general en la variación de la dieta en las ranas de hojarasca, ha habido muchas descripciones de alimentos de diferentes especies e incluso el descubrimiento de numerosas especies, pero hasta entonces este patrón no había sido reevaluado en las ranas. Por lo tanto, en este estudio propusimos probar que la variación de tamaño se relaciona de las ranas con la preferencia por hormigas y ácaros, investigar cuáles son los principales patrones de variación en la dieta de las ranas de hojarasca y cuál es la importancia de los alimentos más comunes en la variación de tamaño de estas ranas.

Para responder a estas preguntas, analizamos la dieta y el tamaño corporal de 120 especies diferentes de ranas de hojarasca y observamos que, contrariamente al conocimiento popular, las moscas y los mosquitos no son los elementos más comunes en la dieta de estos animales.

Hormiga tejedora (Oecophylla smaragdina) en Mulu NP, Sarawak, Malasia

Por otro lado, las hormigas fueron el elemento más representativo en la dieta de las ranas estudiadas. Además, los escarabajos, los ácaros y las termitas también fueron de relativa importancia dentro de la dieta. Cuando analizamos las tendencias en la variación de alimentos, observamos que no siempre se consumen hormigas y ácaros al tiempo como se postuló anteriormente, sino que incluso pueden ser excluyentes entre ellos. Por otro lado, no encontramos relación entre el tamaño corporal de las especies de ranas y la proporción de hormigas en su dieta. Aunque las hormigas son un alimento importante para estos animales, esto es independiente de su tamaño.

Además, observamos que las termitas tienden a ser más comunes en la alimentación de ranas de tamaño intermedio, y fueron elementos raros en especies pequeñas y grandes. En particular, encontramos una relación negativa entre la proporción de ácaros en la dieta y el tamaño de la especie, es decir, a medida que las especies son más grandes comen menos ácaros.

Infografía: ¿Qué comen las ranas de hojarasca?

Entre las especies más pequeñas, están las que comen muchos ácaros y otras que no los comen. Por lo tanto, el tamaño corporal de las ranas de hojarasca tiene un papel limitado en la explicación de la variación de su dieta. Existen hipótesis específicas para algunos grupos de ranas, como la asociación entre la absorción de sustancias tóxicas de hormigas y ácaros en especies aposemáticas, sin embargo, con nuestros resultados no fue posible extrapolar directamente para otros grupos. Este escenario indica que la evolución de la dieta de las ranas de hojarasca es más compleja y variable de lo que se sabía, y, que la búsqueda de alimento o parentesco no es suficiente para explicar patrones generales en la dieta de estas especies.

Artículo original disponible en: https://brill.com/view/journals/amre/40/4/article-p537_12.xml?language=en

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