Directamente pensamos en plataneros
que hace 500 años ni siquiera estaban aquí.
¿Dónde están todas las caras
de Brasil que nunca vi?
Veo nuestros bosques devastados, que hace poco lo eran y ahora ya no lo son.
Hoy levantándome,
algo perturba mi paz.

Son aligustres, azareros,
y otros tantos que como nosotros tampoco deberían estar aquí.
Somos los que pavimentamos la acera
utilizando tierra Sambaquí(a).

Hablo sobre la gente de esta Tierra explotada y luego castigada, pues quedó sin nada.
Desconozco mi tierra,
¿cómo puedo llamarla hogar? 

Mis plantas nativas
nunca las conocí.
Hoy extraño
el Brasil que no viví.

Se puede mirar 
y se puede notar.
Gracias a Dios todavía
hay algo por conocer.

Todo el esfuerzo del científico,
del ambientalista, de proteger.
Defendiendo lo que queda
corriendo el riesgo de morir. 

Yo grito a mi gente
del campo y de la ciudad,
rescatemos juntos
nuestra identidad.

Nuestro país fue invadido
y saqueado, pero aún
nos ofrece mucho
para ser admirado.

Pero para eso
es necesario actuar.
Adopta una planta nativa
y hagamos sonreír a nuestro viejo Brasil.

Hay tantas frutas, tantas flores
que nunca conocimos,
que por envidia y codicia
desaparecieron, junto con Brasil.

Tantos colores y sabores
que no logramos probar,
para satisfacer la mirada
de aquellos que no necesitamos agradar.

Hoy no culpo a nadie
pero grito por piedad
para deshacer de la ilusión
a la humanidad.

Todavía podemos ordenar,
con lo poco que hay
lo podemos arreglar, pero para eso,
necesitamos despertar.

Recuerda a tus abuelos,
y todos tus antepasados,
estamos borrando su mundo,
junto a nuestros ideales.

Y quedarse con una Tierra
sin ninguna cara,
donde todo es igual.
No tiene cara de nada y de repente, ya no sé qué es real.

(a) Los sambaquís son grandes montañas levantadas en bahías, playas o en la desembocadura de grandes ríos, por pueblos que habitaron la costa de Brasil en la prehistoria. Formados principalmente por conchas de moluscos – el origen tupi de la palabra sambaquí significa “arrume de conchas”. Pero esas elevaciones también contienen huesos de mamíferos, instrumentos primitivos de pesca, incluso piezas de arte, en un verdadero archivo prehistórico. Los arqueólogos calcu-lan que existen millares de sambaquís esparcidos por la costa del país. Los más antiguos nacieron hace cerca de 6.500 años.