Wangari Muta Maathai (1940-2011) fue y es una de las mujeres más influyentes en África y en el mundo por su contribución a la ciencia, a partir de sus creencias y experiencia de vida. Fue Bióloga, política, activista ecologista y feminista con una visión muy clara: unir la ecología y el desarrollo sostenible con la democracia, los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres. De hecho, fue la primera mujer en obtener un título de doctorado en África Central y Oriental.
En 1977 fundó el Movimiento Cinturón Verde (Green Belt Movement, GBM), mediante el cual buscaba combatir la deforestación de Kenia a través de un sistema de plantación de semillas para las mujeres, con lo cual logró combinar la promoción por la biodiversidad con la del empleo a mujeres, pues las alentaba a ir al bosque a colectar semillas de árboles oriundos de la zona para crear invernaderos y posteriormente plantarlos, luchando así contra la deforestación, la erosión y la sequía.
Wangari logró que el movimiento cinturón verde se convirtiera en punto clave para avanzar en la emancipación y empoderamiento de las mujeres campesinas y dio como resultado la plantación de 47 millones de árboles en su país y la ocupación de 50 mil mujeres pobres en diversos viveros. Estas acciones la llevaron a ser reconocida como “la Mujer Arbol”.
En 2004, Wangari se convirtió esta vez en la primera mujer en recibir el premio Nobel de la Paz, como reconocimiento a una extensa carrera mediante la cual defendió el desarrollo sostenible, la democracia, el derecho por los derechos humanos y la paz tanto local como globalmente.
En la actualidad, su legado se extiende por todos los continentes pues fue una mujer que aún inspira a miles de mujeres, especialmente africanas, quienes han aprendido que estudiando y luchando pueden cambiar sus vidas y su entorno.
#MujerArbol #EmpoderamientoFemenino #Ecología #Conservación #RevistaBioika
En 1977 fundó el Movimiento Cinturón Verde (Green Belt Movement, GBM), mediante el cual buscaba combatir la deforestación de Kenia a través de un sistema de plantación de semillas para las mujeres, con lo cual logró combinar la promoción por la biodiversidad con la del empleo a mujeres, pues las alentaba a ir al bosque a colectar semillas de árboles oriundos de la zona para crear invernaderos y posteriormente plantarlos, luchando así contra la deforestación, la erosión y la sequía.
Wangari logró que el movimiento cinturón verde se convirtiera en punto clave para avanzar en la emancipación y empoderamiento de las mujeres campesinas y dio como resultado la plantación de 47 millones de árboles en su país y la ocupación de 50 mil mujeres pobres en diversos viveros. Estas acciones la llevaron a ser reconocida como “la Mujer Arbol”.
En 2004, Wangari se convirtió esta vez en la primera mujer en recibir el premio Nobel de la Paz, como reconocimiento a una extensa carrera mediante la cual defendió el desarrollo sostenible, la democracia, el derecho por los derechos humanos y la paz tanto local como globalmente.
En la actualidad, su legado se extiende por todos los continentes pues fue una mujer que aún inspira a miles de mujeres, especialmente africanas, quienes han aprendido que estudiando y luchando pueden cambiar sus vidas y su entorno.
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