Carta abierta a los agricultores

Una inspiradora invitación con diversas estrategias y prácticas sostenibles para combinar conservación y agricultura.

cover


share Compartir expand_more

Puesto de verduras agroecológicas en la feria de plaza Pueyrredón en ciudad de Santa Fe, Argentina, organizada por el consorcio de productores y productoras La Verdecita.

Estimados agricultores,

Nos gustaría discutir en esta carta cómo es posible combinar la conservación y la agricultura. Como ustedes, los agricultores, se encuentran en una posición única para contribuir a la preservación de la biodiversidad mientras producen alimentos y generan ingresos para sus familias y la comunidad. Ustedes saben mejor que nadie que la naturaleza es crucial para el éxito de sus actividades. La preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas es fundamental para mantener la salud del suelo, la calidad del agua y la estabilidad del clima, elementos que son esenciales para la producción agrícola.

Es muy común que las personas que han viajado en avión observen el paisaje a través de la ventana e identifiquen monocultivos que reemplazan hoy los paisajes naturales que existían antes. Es importante considerar que estos cultivos nos proporcionan alimentos, fibras y combustibles, pero no podemos ignorar que este proceso se ha convertido en una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad a nivel mundial.

Rediseño de paisajes vitivinícolas en Francia

Una de las formas de combinar la conservación de la naturaleza y la producción de alimentos es a través de la agricultura sostenible. Esto incluye prácticas como el uso de abonos orgánicos, la implementación de sistemas de captación de agua de lluvia, la rotación de cultivos, la conservación del suelo y la protección del agua. Estas prácticas no solo ayudan a proteger el medio ambiente, sino que también pueden aumentar la productividad y la rentabilidad de las propiedades agrícolas.

La agroecología es otro enfoque interesante a considerar, ya que su objetivo principal es integrar las actividades agrícolas con la gestión del medio ambiente de manera que sean más sostenibles. Como consecuencia, es posible minimizar el daño al medio ambiente y lograr la seguridad alimentaria. Técnicas como el uso de sistemas agrícolas diversificados, el manejo integrado de plagas, la conservación de semillas criollas (tradicionalmente cultivadas y adaptadas a lo largo de generaciones por agricultores locales) y el uso de sistemas agroforestales forman parte de la agroecología. También fomenta la colaboración con las comunidades locales y valora la agricultura familiar y los agricultores tradicionales.

Otra forma de conciliar la conservación ambiental y la agricultura es a través de la conservación de áreas naturales dentro de sus propiedades. Esto puede incluir la creación de áreas de bosque, refugios para especies en peligro de extinción, bosques ribereños o vegetación marginal, así como la protección de arroyos y manantiales.

 Agroecosistema de piña bajo sombra

Los bosques ribereños cumplen múltiples funciones, ya que actúan reteniendo sedimentos, nutrientes y contaminantes químicos arrastrados por la lluvia, contribuyen a la calidad y disponibilidad del agua, protegen contra procesos erosivos y proporcionan recursos como refugio y alimento para organismos terrestres y acuáticos. Además de su importancia para la conservación de la biodiversidad, estas áreas también pueden proporcionar valiosos servicios ecosistémicos, como la polinización y la protección del suelo.

¿Sabían que es posible "plantar agua"? Esta es una técnica de conservación que utiliza la vegetación para ayudar a retener y aprovechar el agua de lluvia. Esto puede incluir la siembra de árboles y otras plantas en áreas propensas a la erosión, la creación de cuencas de infiltración para almacenar agua de lluvia y la implementación de sistemas agroforestales para aumentar la capacidad de retención del suelo. La técnica de plantar agua se considera una forma muy eficaz de gestión de los recursos hídricos.

Otro tema crucial que no podemos dejar de mencionar es el problema que el agronegocio causa en Brasil con la deforestación de la vegetación nativa. Comencemos hablando de los ríos voladores formados en la selva amazónica.

Se trata de corrientes de aire cargadas de humedad que se desplazan a grandes altitudes y que son fundamentales para la agricultura en Brasil. Una gran cantidad de vapor de agua derivado de la evaporación del océano Atlántico es transportada por los vientos hacia el continente, desencadenando lluvias sobre la Amazonia. Luego, la selva emite una gran cantidad de aire húmedo que se desplaza hacia el sureste y sur del país, llevando lluvias abundantes esenciales para la agricultura y para otras actividades, como la producción de energía hidroeléctrica. Bueno, y ¿qué tiene que ver esto con la deforestación? Sabemos que la selva es responsable de absorber grandes cantidades de agua de lluvia y liberar vapor de agua a la atmósfera, lo que contribuye a la formación de los ríos voladores. Cuando se deforesta la selva, la liberación de vapor de agua disminuye, lo que puede afectar la disponibilidad de agua para la producción agrícola. Los bosques también ayudan a regular el clima global, por lo que la deforestación contribuye al empeoramiento del escenario de cambio climático. Un efecto negativo sería la disminución de la capacidad de los ríos voladores para transportar humedad a las regiones interiores del país.

También es importante mencionar la falta de control en el uso de plaguicidas utilizados en actividades agrícolas. El uso excesivo de agroquímicos puede tener efectos negativos significativos en la salud humana y el medio ambiente, incluida la contaminación del suelo y el agua, la mortalidad de agentes polinizadores como los insectos (en particular, las abejas) y la pérdida de biodiversidad. Además, el uso excesivo de plaguicidas puede aumentar la resistencia de las plagas, lo que dificulta su control en el futuro. Es importante recordar que la agricultura sostenible y la agroecología ofrecen alternativas eficaces para el control de plagas y enfermedades, sin necesidad de utilizar grandes cantidades de plaguicidas. Como agricultores, tienen un papel clave en la promoción de prácticas agrícolas más sostenibles que buscan reducir el uso de agroquímicos.

Abeja polinizadora

Entendemos que equilibrar la producción de alimentos con las necesidades de conservación puede ser un desafío, pero destacamos que ya existen algunas estrategias interesantes y exitosas, como programas e incentivos financieros disponibles para agricultores que deseen implementar prácticas de conservación en sus propiedades. Esto puede incluir pagos por servicios ambientales, programas de conservación de suelo y agua, entre otros.

Queremos enfatizar que la conservación y la agricultura no son excluyentes, sino complementarias. Creemos que, con una planificación cuidadosa y colaboración, es posible trabajar juntos en la búsqueda de soluciones que beneficien tanto a la agricultura como a la conservación de la biodiversidad.

¿Te resultó útil?


library_booksVersión PDF



event_available Lanzamientos

alarm_onNotificaciones

close bookmark_border Favoritos