Invasiones biológicas: el enemigo vive al lado

Centrándose al caso del río Paranapanema en el sur de Brasil, Mário Orsi y sus coautores hablan de temas clave, como la falta de políticas públicas que faciliten la comprensión de la sociedad sobre las invasiones biológicas y la negligencia actual en el manejo del problema.

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Río Paranapanema - tramo de la Hidroeléctrica Taquaruçu.

El significado de invasión biológica está lejos de ser un tema conocido en Brasil, mucho más en tiempos actuales en donde la ciencia es vista como un “obstáculo” para el desarrollo. Tal situación solo agrava diversos problemas provenientes de las invasiones. Sin embargo, con el fin de concientizar y ampliar el conocimiento en esa área, diversos investigadores, educadores y algunos gestores han dedicado grandes esfuerzos para cambiar ese escenario de falta de conocimiento. 

Después de los informes actuales acerca de estudios robustos y alarmantes sobre la extinción de especies en el mundo entero, la cuestión de las invasiones biológicas requiere  urgentemente una acertada toma de decisiones, principalmente con fundamentos científicos y de sentido común. En este sentido, tratamos de traer algunos de los conceptos y conocimientos al respecto. 

Las actividades humanas están acelerando el proceso, teniendo un papel importante en la introducción de especies en lugares donde antes no existían.

Es considerada especie invasora toda aquella introducida fuera de su área de ocurrencia, que luego de establecer su población y traspasar diversas barreras ecológicas, físicas y químicas, puede aumentar su territorio, es decir, expandirse sin control, causar la exclusión de especies nativas y contribuir con la pérdida de importantes servicios ecosistémicos, causando grandes impactos al medio ambiente. Son incontables los perjuicios (económicos, sociales y ambientales) causados por la influencia directa o indirecta del establecimiento de estas especies no nativas. A pesar de que las invasiones biológicas se han producido de forma natural en la historia de la Tierra (migraciones y colonizaciones de organismos), las actividades humanas están acelerando el proceso, teniendo un papel importante en la introducción de especies en lugares donde antes no existían.  Esto deja a las especies locales “sin herramientas” para competir con las que se convierten en invasoras, y que hoy representan uno de los mayores desafíos en todo el planeta.

Aedes aegypti en Dar es Salaam, Tanzania

A pesar de este gran problema, todavía existe una gran dificultad para que la sociedad lo entienda, esto ocurre especialmente debido a la falta de políticas públicas destinadas a prevenir la introducción de especies no nativas. Las personas solo se dan cuenta cuando estos organismos ya se encuentran en fase de invasión, causando perjuicios económicos, sociales y biológicos. Como ejemplo, pueden ser citados los casos de jabalí (Sus scrofa), que aniquila plantaciones; el mejillón dorado (Limnoperna fortunei), que causa impactos en turbinas de plantas hidroeléctricas; además de enfermedades como el dengue, zika e chikungunya ocasionadas por el mosquito africano Aedes aegypti (mosquito del dengue) OMS.

Las personas solo se dan cuenta cuando estos organismos ya se encuentran en fase de invasión, causando prejuicios económicos, sociales y biológicos

Muchas de las especies invasoras fueron introducidas debido a su belleza: plantas ornamentales, peces de acuario y hasta animales “exóticos” usados como mascotas (ardillas, hurones, perros y gatos), otros utilizados para la caza (jabalíes y liebres), o para producción de cuero (chinchilla, hurones y coipos). También hay transformación del hábitat en muchos estados de Brasil, debido a la sustitución de bosques nativos por no nativos (por ejemplo, monocultivos de eucaliptos), conocidos como “desiertos verdes”. Son una barrera generalmente impermeable o poco frecuentada por la mayoría de las especies de mamíferos, relacionada con los recursos (nicho ecológico) limitados y ofrecidos en este paisaje (alimento y abrigo).

Área con plantación de eucaliptos cerca de una región con vegetación nativa.

En la pesca deportiva podemos citar los tucunarés (género Cichla), nativos de la cuenca amazónica. Estos peces fueron ampliamente introducidos en varios ríos y embalses en todo Brasil, inclusive en la cuenca del río Paranapanema y ha sido objeto de nuestra lucha contra la introducción de especies no nativas y sus impactos.

Tucunaré amarillo no nativo, Cicha kelberi.

Caso del río Paranapanema 

El río Paranapanema (Brasil) es uno de los mayores afluentes de la cuenca del alto río Paraná, y tiene 11 represas hidroeléctricas construidas en su lecho principal. Esto ha transformado drásticamente la fisiografía de la cuenca y la composición de las comunidades de peces con el aumento, de especies no nativas (ver Anexo 1)1.

El 36% de los peces en la cuenca del río Paranapanema no son nativos.

Antiguamente, en el río Paranapanema las especies de gran tamaño eran abundantes y realizaban grandes migraciones (piracema). En 1890, el ingeniero Theodoro Sampaio relató: “En las aguas del río hay peces de la mejor calidad y tamaño, como el surubí o jaú, que algunas veces alcanzan los dos metros de largo; el pez dorado, pez corpulento y de carne sabrosa, abundantísimo en las secciones pedregosas y corrientosas del río, donde busca superar los saltos en grandes cardúmenes...". Sampaio citó especies que actualmente están amenazadas en la cuenca del alto Paraná, como el surubí (Steindachneridion scriptum), el jaú (Zungaro zungaro) y el dorado (Salminus brasiliensis).  Además de estas, otras especies también están bajo algún grado de amenaza en la cuenca del río Paranapanema y hoy son presionadas tanto por las represas como por las especies invasoras. 

A pesar de reconocer la urgencia de acciones de manejo, muchos no están de acuerdo con la aplicación de las medidas necesarias para que este ocurra de forma eficiente, lo que causa una gran polémica

El jaú de 128 kg capturado en 1982 en el río Paranapanema.
El jaú de 30 kg capturado en el monitoreo de ictiofauna por la Duke Energy en 2000.

La constante negligencia y falta de preocupación relacionada con asuntos ambientales y legales, priorizan las ganancias financieras directas e inmediatas, y no consideran los perjuicios indirectos resultantes de la pérdida de servicios ecológicos, en función de las invasiones biológicas provenientes de la introducción de especies. Por lo tanto, hay una necesidad urgente de planear y repensar tales actividades. Las herramientas para dicha planificación ya existen, por lo que podemos prevenir problemas ambientales y socioeconómicos mucho más profundos.   

Anexo 1

Peces nativos de la cuenca del río Paranapanema.

Referencias

  1. Jarduli, LR; et al. 2020. Fish fauna from the Paranapanema River basin, Brazil. Biota Neotropica 20:1-19.

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